Pese a que las multas no paran de llegar a los ciudadanos, las Zonas de Bajas Emisiones no terminan de ser bien vistas por los tribunales
En todos los casos las sentencias judiciales reconocen que la aplicación de las Zonas de Bajas Emisiones fue precipitada y que carecían de la documentaciónimprescindible, echando en falta un estudio del impacto económico de su puesta en funcionamiento.
En el caso de Barcelona la sentencia es considerada como discriminatoria, pues deja desasistidos a las rentas más bajas, de ahí que el anterior equipo municipal de Barcelona tuviera en cuenta los ingresos de los ciudadanos para establecer las limitaciones a la circulación.