Tan solo dos de los 350 diputados que forman parte del Congreso tienen en su garaje un coche eléctrico. Ni el presidente del Gobierno, ni el líder de la oposición podrían entrar en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) con su coche particular; sí podría hacerlo la ministra para la Transición Ecológica que caba de comprar un etiqueta ECO
Consejos vendo y para mi no tengo, dice el refranero español en una de sus muchas sabias afirmaciones que bien podría ser una reinterpretación del más conocido en casa del herrero, cuchillo de palo… ¿Por qué decimos esto? Porque desde el Gobierno son muchos los mensajes y normativas para que usemos vehículos más eficientes, pero tan solo dos diputados tienen un coche eléctrico en sus garaje.
Estamos siendo objeto de muchas represalias por decir la incómoda verdad de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Primero, nos arrancan algunos de los carteles que hemos distribuido estos días; después nos vilipendian en redes sociales como causantes de un desprestigio para la ciudad.
Y ahora también llaman en redes sociales a no comprar en los comercios que colocan los carteles (Tenemos pruebas de ello).
Luchamos contra un ayuntamiento y su entorno que se considera en posesión de la verdad. Pero ahí seguimos firmes porque estamos convencidos de que tenemos la razón, que una mala ZBE nos puede arruinar y cerrar muchos comercios.
Obstinados y sin escuchar a nadie, nuestro ayuntamiento sigue adelante con su proyecto de Zona de Bajas Emisiones, cuya delimitación todavía no está aprobada.
Pero sigue adelante, sin importarle lo que opinen los ciudadanos y los comerciantes, intentando adjudicar el control de la zona mediante cámaras que nos costarán a todos, por el momento, más de 740.000 euros.
Mientras tanto ni se ha dignado considerar alguna de las opiniones de la Plataforma, ninguna de las dos propuestas presentadas para, entre todos, poner en marcha una Zona de Bajas Emisiones menos lesivas para la ciudad y el tejido productivo (comercio, despachos profesionales, autónomos….).
Y tampoco respondiendo a nuestra propuesta (hecha por escrito en el Registro Municipal) para mantener un debate público con el alcalde, con el fin de despejar ante los comerciantes de la ciudad las muchas dudas que genera este proyecto.
La Plataforma Salvar Torrelavega ha iniciado una campaña informativa entre los comerciantes, hosteleros, profesionales liberales, autónomos y pymes del municipio, con la distribución de 1.500 carteles bajo el lema «Una mala Zona de Bajas Emisiones (ZBE) nos arruinará», para visibilizar el rechazo a los planes del Ayuntamiento de delimitar un área restringida al tráfico tan amplia como la propuesta.
El portavoz de la Plataforma, Ángel Herreros, indica que los carteles se colocarán en las puertas o escaparates de los comercios, con el objetivo de llamar la atención de la Corporación de Torrelavega sobre la «enorme preocupación» que genera al sector la implantación de una ZBE que no se adapta a las características de la ciudad, ya sea por extensión -el ayuntamiento quiere restringir el tráfico en más de 200.000 metros cuadrados del área urbana-, o por el tipo de cliente que realiza sus compras o gestiones en el municipio, sobre todo cuando es de fuera con un vehículo sin etiqueta y que será sancionado con 200 euros.
Con esta medida, también se pretende que los comercios llamen la atención de los políticos y muestren su rechazo a una medida «no consensuada» y cuyos efectos se desconocen, ya que desde el Ayuntamiento no se han escuchado ninguna de las dos propuestas presentadas para incorporar mejoras en la ZBE, que además reducen el área afecta a las calles peatonales.
Ángel Herreros asegura que con los carteles también se pretende llamar la atención de la ciudadanía y de clientes de la comarca ante la «total falta de información» sobre cómo afectará a todos la ZBE, una medida que, explica, «puede llevar a la ruina o al cierre» de muchos establecimientos comerciales y de hostelería.
Debate público Herreros recuerda que la Plataforma todavía no ha recibido respuesta a la solicitud presentada por escrito el 26 de octubre, para mantener un debate público con el alcalde, Javier López Estrada, ante el sector comercial, para contrastar las opiniones encontradas al respecto de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), dadas las discrepancias que existen al respecto.
Explica que este debate ayudaría a «despejar las dudas, incertidumbres e inquietudes» que a los comerciantes y empresarios de Torrelavega les genera la ZBE tal como está planteada por el Ayuntamiento, en especial con una delimitación territorial que se considera ««excesiva» y por la falta de información al respecto.
Asegura que la propuesta municipal, según los datos que ha podido reunir, «causaría enormes perjuicios» a los comercios, pymes, hostelería, profesionales liberales, autónomos y trabajadores, radicados en la ciudad de Torrelavega, que en conjunto suponen cerca del 29 % del PIB de la ciudad.
Alegaciones El portavoz de la Plataforma recuerda que se han presentado alegaciones a la Zona de Bajas Emisiones propuesta por el Ayuntamiento porque el estudio técnico que la sustenta «carece de rigor», carece de preceptivo informe socio económico e incumplir hasta 28 criterios del Real Decreto.
La legislación obliga a las ciudades a contar con Zonas de Bajas Emisiones, pero no dice dónde ni cómo deben desplegarse. Por eso, más allá de la insumisión de algunas ciudades que ya han confirmado que ni van a desplegar Zonas de Bajas Emisiones ni van a multar a los conductores independientemente de la etiqueta de sus coches, hay otros municipios que han optado por una solución más cordial para no molestar a sus vecinos.
En este caso nos referimos a la solución adoptada por el ayuntamiento de Sevilla, cuyo alcalde del Partido Popular, José Luis Sanz, ha optado por sacar del centro de la ciudad la Zona de Bajas Emisiones y llevársela hasta la conocida como Isla de la Cartuja.
Decepcionantes y faltas de rigor las explicaciones del director proyectos de DOYMO, David Soler, sobre la Zona de Baja Emisiones (ZBE) este martes en SER Torrelavega.
Faltas de rigor cuando afirma que ”la ciudad funcionará exactamente igual” con la ZBE, lo que demuestra un absoluto desconocimiento de nuestra ciudad y de la importancia para el fututo del comercio que tiene ser cabecera de comarca para las más de 200.000 personas que acuden del resto de municipios de Cantabria.
Faltas de rigor, y casi insultantes, cuando dice que con la ZBE, en Torrelavega se producirán múltiples aperturas de nuevos comercios y hostelería al quedar “pacificado el tráfico”.
De nuevo demuestra un absoluto desconocimiento, pues ignora que casi un 30% de los locales en las calles ya peatonalizadas y semi peatonalizadas más céntricas de Torrelavega están cerrados hace varios años. ¿A quien pretende engañar este ingeniero?
Cierto que las ZBE son una herramienta más para conseguir ciudades más saludables y sostenibles. Nosotros no lo dudamos, no somos negacionistas, pero eso no debe hacerse con medidas desacertadas y no adecuadas a las características de Torrelavega, que pueden cargarse el sector comercial y a la hostelería (el 29 % del PIB de la ciudad).
Mientras escuchamos de DOYMO estas falacias, el Ayuntamiento se esconde de dar explicaciones sobre la ZBE y calla a la petición de un debate público, pues parece preferir que la empresa le resuelva la papeleta mientras sigue adelante con su propuesta dañina que arruinará el comercio y la hostelería, todo para, en sus palabras, no perder 3,5 millones de la UE para construir el parking de La Carmencita.
Madrid impuso desde enero de 2022 las primeras restricciones a los vehículos sin etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico, siendo de las primeras que lo hizo, adelantándose a los municipios de más de 50.000 habitantes que deberán establecer sus Zonas de Bajas Emisiones a partir de 2024.
Por lo tanto, la ciudad que lleva recaudados más de 70 millones de euros desde enero hasta junio en sanciones a conductores por entrar con vehículos contaminantes a sus ZBE no es otra que la capital de España, que cuenta con un gran perímetro restrictivo, cuyo perímetro es la M-30. Y que cuenta a su vez con dos Zonas de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP), que son el distrito centro y la plaza Elíptica.
¿Cuál es la multa por entrar a la ZBE de Madrid?
El consistorio madrileño estipula una sanción de 200 euros para los conductores que entran dentro de la Zona de Bajas Emisiones, tal y como se estipula desde la ley de Tráfico, que se aprobó en el año 2022. En total, en los seis primeros meses de 2023, se han interpuesto desde el Ayuntamiento de Madrid 370.552 denuncias por acceder a las ZBE sin autorización.
“Estamos trabajando en ello”. La manida frase es repetida por los ayuntamientos catalanes de más de 50.000 habitantes obligados a tener una zona de bajas emisiones (ZBE) en marcha desde este mismo año. Las restricciones a los vehículos más contaminantes ya vigentes en Barcelona, l’Hospitalet o Sant Cugat ni están ni se les esperan en ciudades como Tarragona, Granollers o Sant Boi, por citar tres de las 23 ciudades que deberían tener medidas activadas a estas alturas del partido. De hecho, de las cinco localidades que disponen de las medidas sobre el papel, tres las están aplicando realmente: Barcelona, l’Hospitalet y Sant Cugat.
La Plataforma Plataforma Salvar Torrelavega ha solicitado al alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, un debate público en la Cámara de Comercio, al que asistan todos aquellos comerciantes, hosteleros, empresarios de pymes, profesionales liberales, autónomos y trabajadores que lo deseen, para contrastar sus opiniones al respecto de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), dadas las discrepancias que existen al respecto.
El portavoz de la Plataforma, Ángel Herreros, explica que esta iniciativa pretende «despejar, a la mayor brevedad posible, las dudas, incertidumbres e inquietudes» que a los comerciantes y empresarios de Torrelavega les genera la ZBE tal como está planteada por el Ayuntamiento, en especial con una delimitación territorial que se considera «excesiva» y por la falta de información al respecto.
Asegura que la propuesta municipal, según los datos que ha podido reunir, «causaría enormes perjuicios» a los comercios, pymes, hostelería, profesionales liberales, autónomos y trabajadores, radicados en la ciudad de Torrelavega, que en conjunto suponen cerca del 29 % del PIB de la ciudad.
Más allá de las limitaciones a la circulación que afectan ya a millones de coches y de conductores, las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) se están convirtiendo en un verdadero negocio allí donde están en activo. Madrid, donde llevan funcionando desde 2021, es uno de los mejores ejemplos de lo que supone la recaudación por las Zonas de Bajas Emisiones. En este caso y de acuerdo con datos del primer semestre, la capital ha recaudado unos 70 millones de euros por este concepto, que serán 140 a final de año.
Dentro de las ZBE el distrito Centro de la capital es el más rentable para la corporación municipal durante estos seis meses, con unos ingresos superiores a los 55 millones de euros, seguido por plaza Elíptica con 12 millones de euros y ZBE Madrid general con 3,6 millones.
¿Puede ser que en parte tras el “empecinamiento” del equipo de Gobierno de Torrelavega, por implantar el área ZBE de 200.000 metros cuadrados, también se esconda el afán recaudador de los que ya vienen obteniendo importantes ingresos EXTRA?