“Estamos trabajando en ello”. La manida frase es repetida por los ayuntamientos catalanes de más de 50.000 habitantes obligados a tener una zona de bajas emisiones (ZBE) en marcha desde este mismo año. Las restricciones a los vehículos más contaminantes ya vigentes en Barcelona, l’Hospitalet o Sant Cugat ni están ni se les esperan en ciudades como Tarragona, Granollers o Sant Boi, por citar tres de las 23 ciudades que deberían tener medidas activadas a estas alturas del partido. De hecho, de las cinco localidades que disponen de las medidas sobre el papel, tres las están aplicando realmente: Barcelona, l’Hospitalet y Sant Cugat.
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