La legislación obliga a las ciudades a contar con Zonas de Bajas Emisiones, pero no dice dónde ni cómo deben desplegarse. Por eso, más allá de la insumisión de algunas ciudades que ya han confirmado que ni van a desplegar Zonas de Bajas Emisiones ni van a multar a los conductores independientemente de la etiqueta de sus coches, hay otros municipios que han optado por una solución más cordial para no molestar a sus vecinos.
En este caso nos referimos a la solución adoptada por el ayuntamiento de Sevilla, cuyo alcalde del Partido Popular, José Luis Sanz, ha optado por sacar del centro de la ciudad la Zona de Bajas Emisiones y llevársela hasta la conocida como Isla de la Cartuja.