Estamos siendo objeto de muchas represalias por decir la incómoda verdad de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Primero, nos arrancan algunos de los carteles que hemos distribuido estos días; después nos vilipendian en redes sociales como causantes de un desprestigio para la ciudad.
Y ahora también llaman en redes sociales a no comprar en los comercios que colocan los carteles (Tenemos pruebas de ello).
Luchamos contra un ayuntamiento y su entorno que se considera en posesión de la verdad. Pero ahí seguimos firmes porque estamos convencidos de que tenemos la razón, que una mala ZBE nos puede arruinar y cerrar muchos comercios.