El gran engaño de las Zonas de Bajas Emisiones y las etiquetas ambientales, donde se demuestra lo poco que tienen que ver con las mejoras del medio ambiente.
Sabías que es posible cambiar la etiqueta ambiental B a la C, y hacerlo de forma legal.
Una prueba de que todo es un gran paripé para llenar las arcas de los ayuntamientos vaciando los bolsillos de los ciudadanos
¿Cómo cambiar la etiqueta de B a C?
Según este programa especializado, es posible que tu vehículo con etiqueta B pueda optar a una etiqueta C (verde) bajo ciertas condiciones. Este cambio te permitiría acceder a más zonas y disfrutar de mayores beneficios.
¿Qué necesitas comprobar para ello? Pues bien, lo que deberás comprobar es la Normativa anticontaminación. Revisa la ficha técnica de tu coche o consulta al fabricante para verificar si el motor cumple con la normativa Euro 4 o superior. Los diésel matriculados antes de septiembre de 2015 que cumplan con Euro 6 o superior también podrían optar a este cambio.
¿Cuáles son los pasos a seguir?
- Certificado de conformidad: Una vez comprobado que tu vehículo cumple los requisitos, acude a un concesionario de tu marca para solicitar un certificado de conformidad. Este documento acreditará que tu coche cumple con la normativa necesaria para obtener la etiqueta C.
- Trámite en la DGT: Con el certificado en mano, dirígete a una oficina de la Dirección General de Tráfico para solicitar el cambio de etiqueta. La DGT se encargará de actualizar tus datos y emitir la nueva pegatina.
¿Por qué cambiar de etiqueta?
- Acceso a más zonas. La etiqueta C te permitirá circular por un mayor número de zonas restringidas en las ciudades.
- Beneficios económicos. En algunas ciudades, los vehículos con etiquetas menos contaminantes disfrutan de descuentos en el aparcamiento o el transporte público.
- Menor impacto ambiental. Contribuirás a reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire.
Consecuencias de circular por una ZBE sin la etiqueta ambiental
Circular por una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) sin la etiqueta ambiental correspondiente puede acarrear diversas consecuencias, tanto económicas como legales. Las sanciones pueden variar en función de la ciudad y de la normativa local, pero en general, las principales consecuencias son:
- Multas económicas. La sanción más común es una multa económica que puede ser bastante elevada. El importe exacto puede variar dependiendo de la ciudad y de la normativa vigente en cada momento.
- Inmovilización del vehículo. En algunos casos, además de la multa, las autoridades pueden proceder a la inmovilización del vehículo, lo que implica gastos adicionales para su retirada.
- Puntos en el carné de conducir. En función de la gravedad de la infracción, es posible que se impongan puntos en el carné de conducir.
- Restricciones de acceso. Circular sin la etiqueta adecuada puede suponer la imposibilidad de acceder a determinadas zonas de la ciudad, incluso en horarios nocturnos o festivos.
Por ello, para evitar cualquier tipo de problema, es fundamental asegurarse de que tu vehículo cuenta con la etiqueta ambiental correspondiente y de que la llevas visible en el parabrisas.
Cabe destacar algunas consideraciones importantes a tener en cuenta, como son los costes, pues el proceso de cambio de etiqueta conlleva unos costes asociados, tanto por el certificado de conformidad como por los trámites administrativos; y que no todos los vehículos pueden optar al cambio, solo aquellos que cumplan con los requisitos establecidos podrán obtener la etiqueta C.
Además, antes de iniciar el proceso, te recomendamos consultar con un profesional del sector o con la DGT para obtener información más detallada y personalizada.
Más info en https://www.vozpopuli.com/actualidad/truco-etiqueta-ambiental-b-c-sd.html