La decisión del Ayuntamiento de Vigo, liderado por Abel Caballero, de implantar una Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) sin sanciones con el fin de evitar que exista discriminación social, demuestra que es posible cumplir la Ley sin convertirla en un instrumento recaudatorio ni en una herramienta de discriminación social. Allí, el proyecto se aprueba sin sanciones y con un periodo de alegaciones abierto a la ciudadanía, garantizando la participación vecinal y el equilibrio entre sostenibilidad y justicia social.
Muy distinto es el camino tomado por el Ayuntamiento de Torrelavega. Aquí, en lugar de escuchar a vecinos, comerciantes y hosteleros, se ha optado por la vía punitiva: instalar cámaras sancionadoras que solo generan más problemas económicos a la población y dañan el tejido comercial de la ciudad.
Desde la Plataforma Salvar Torrelavega exigimos al alcalde, Javier López Estrada (PRC), que rectifique. Si Vigo puede apostar por una ZBE sin multas, Torrelavega también. No se trata de oponerse a las medidas medioambientales, sino de hacerlas de forma justa, participativa y no lesiva para quienes más sufren las consecuencias económicas de una mala gestión.